Grandes y chicos buscan llenar el álbum del narco
Un reproductor de MP3, pelotas, relojes, una memoria USB, un dominó y
parlantes son algunos de los premios que los chicos colombianos se
pueden llevar si llenan el álbum "Pablo Escobar, el patrón del mal".
Las figuritas del narco más famoso llegaron a las periferias de Medellín haciendo estallar la polémica: voces a favor y en contra se cruzan por el álbum de 20 páginas que cuenta con imágenes de las casas, autos y amigos de Escobar.
"El error de Pablo fue meterse en la política. Porque si no se hubiera metido en política, quizá aún estaría vivo y traficando tranquilo", analiza confiado Jhon Estiven Urrego, un nene de 13 años quien, claro, nació mucho después de que el narco muriese.
Ahora bien, no es casualidad que sea Medellín inaugure esta "moda" entre los niños. "De esa zona salieron sicarios muy expertos que trabajaban para él. Ellos se movían especialmente por Lovaina, La 45, San Blas, Santa Inés, Jardín", explica al diario El Espectador Luis Fernando Quijano, director de la ONG Corpades y conocedor de cerca de la lógica criminal de Medellín de las últimas décadas.
La polémica está instalada y los medios colombianos se hacen eco de ella. Mientras, grandes y chicos se intercambian figuritas repetidas porque para personas como Patricia, la tía de Jhon Estiven, Pablo Escobar era una persona buena que ayudaba a los pobres y les mandaba autos repletos de regalos hasta el barrio Santo Domingo.
Las figuritas del narco más famoso llegaron a las periferias de Medellín haciendo estallar la polémica: voces a favor y en contra se cruzan por el álbum de 20 páginas que cuenta con imágenes de las casas, autos y amigos de Escobar.
"El error de Pablo fue meterse en la política. Porque si no se hubiera metido en política, quizá aún estaría vivo y traficando tranquilo", analiza confiado Jhon Estiven Urrego, un nene de 13 años quien, claro, nació mucho después de que el narco muriese.
Ahora bien, no es casualidad que sea Medellín inaugure esta "moda" entre los niños. "De esa zona salieron sicarios muy expertos que trabajaban para él. Ellos se movían especialmente por Lovaina, La 45, San Blas, Santa Inés, Jardín", explica al diario El Espectador Luis Fernando Quijano, director de la ONG Corpades y conocedor de cerca de la lógica criminal de Medellín de las últimas décadas.
La polémica está instalada y los medios colombianos se hacen eco de ella. Mientras, grandes y chicos se intercambian figuritas repetidas porque para personas como Patricia, la tía de Jhon Estiven, Pablo Escobar era una persona buena que ayudaba a los pobres y les mandaba autos repletos de regalos hasta el barrio Santo Domingo.