El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto ya registró su primera masacre atribuida a grupos del crimen organizado en México. De acuerdo con una investigación publicada en el portal de Milenio Diario, el pasado 8 de diciembre un grupo de alrededor de 50 hombres fuertemente armados ingresó al municipio de Guadalupe y Calvo, en el estado de Chihuahua, y sembró el terror por unas horas.
La localidad, donde habitan unas seis mil personas, fue tomada por los gatilleros que se desplazaron por el lugar a bordo de varias camionetas, revisaron algunas viviendas y asesinaron a 11 de sus habitantes para luego darse a la fuga.
Todo esto a pesar de que a diez kilómetros hay un destacamento militar, en el poblado conocido como El Zorrillo.
Aunque se trata del primer homicidio múltiple en el sexenio, la información fue opacada por el triunfo del boxeador mexicano Juan Manuel Márquez y la muerte de la cantante Jenni Rivera.
Hay dos hipótesis sobre la masacre
Sobre este hecho, la Fiscalía Sur de Chihuahua reveló a Milenio que los ejecutados fueron ocho campesinos, un maestro, un estudiante, y un trabajador del Instituto Federal Electoral (IFE).
Asimismo, detallaron que hay un par de hipótesis sobre la causa de esta masacre.
Una de ellas es la represalia de un grupo de traficantes contra los agricultores por trabajar para otros delincuentes, ya que en esta zona es común la siembra de amapola y mariguana. A los campesinos les pagan entre 150 y 200 pesos por día por la siembra de estupefacientes y ellos, ante la falta de opciones, lo aceptan.
La segunda hipótesis ministerial consiste en un conflicto entre traficantes por dicha mercancía, una venganza que habría alcanzado al eslabón más bajo del narcotráfico: los campesinos. El maestro, el estudiante y el trabajador del IFE habrían sido asesinados por error, de acuerdo con las primeras indagatorias.
Iban vestidos de militares
La madre de una de las víctimas, un maestro de escuela de 20 años, concedió una entrevista para Milenio en la que reveló qué fue lo que pasó ese 8 de diciembre.
"Llegaron unos señores, muchos, muchos, vestidos de militar. Llegaron queriendo aventar la puerta y dijeron que eran militares. Entraron, anduvieron por toda la casa, sacaron a mi hijo y lo hincaron. Él les decía que él era profe, que no tenía nada que ver, y 'los militares' dijeron que venían por otras personas. Él les dijo que él no tenía que ver nada", confesó la señora.
Además, agregó que el grupo de hombres armados estaba conformado por alrededor de 25 o 30 pistoleros, y que al no encontrar a las personas que buscaban se llevaron a su hijo para matarlo a unos 150 metros de su casa.
"Desgraciadamente no ha terminado"
De las familias de los 11 ejecutados, ocho ya huyeron del lugar.
Entrevistado vía telefónica por Milenio, el alcalde de Guadalupe y Calvo, José Rubén Gutiérrez Loera, negó que él haya sido amenazado, pero habló del miedo que quedó entre la gente y de que no es la primera vez que se desata la violencia en la zona.
"Es algo que ya hemos estado viviendo durante bastante tiempo y no sólo en el municipio, donde quiera es lo mismo y esta situación desgraciadamente no ha terminado", concluyó
La localidad, donde habitan unas seis mil personas, fue tomada por los gatilleros que se desplazaron por el lugar a bordo de varias camionetas, revisaron algunas viviendas y asesinaron a 11 de sus habitantes para luego darse a la fuga.
Todo esto a pesar de que a diez kilómetros hay un destacamento militar, en el poblado conocido como El Zorrillo.
Aunque se trata del primer homicidio múltiple en el sexenio, la información fue opacada por el triunfo del boxeador mexicano Juan Manuel Márquez y la muerte de la cantante Jenni Rivera.
Hay dos hipótesis sobre la masacre
Sobre este hecho, la Fiscalía Sur de Chihuahua reveló a Milenio que los ejecutados fueron ocho campesinos, un maestro, un estudiante, y un trabajador del Instituto Federal Electoral (IFE).
Asimismo, detallaron que hay un par de hipótesis sobre la causa de esta masacre.
Una de ellas es la represalia de un grupo de traficantes contra los agricultores por trabajar para otros delincuentes, ya que en esta zona es común la siembra de amapola y mariguana. A los campesinos les pagan entre 150 y 200 pesos por día por la siembra de estupefacientes y ellos, ante la falta de opciones, lo aceptan.
La segunda hipótesis ministerial consiste en un conflicto entre traficantes por dicha mercancía, una venganza que habría alcanzado al eslabón más bajo del narcotráfico: los campesinos. El maestro, el estudiante y el trabajador del IFE habrían sido asesinados por error, de acuerdo con las primeras indagatorias.
Iban vestidos de militares
La madre de una de las víctimas, un maestro de escuela de 20 años, concedió una entrevista para Milenio en la que reveló qué fue lo que pasó ese 8 de diciembre.
"Llegaron unos señores, muchos, muchos, vestidos de militar. Llegaron queriendo aventar la puerta y dijeron que eran militares. Entraron, anduvieron por toda la casa, sacaron a mi hijo y lo hincaron. Él les decía que él era profe, que no tenía nada que ver, y 'los militares' dijeron que venían por otras personas. Él les dijo que él no tenía que ver nada", confesó la señora.
Además, agregó que el grupo de hombres armados estaba conformado por alrededor de 25 o 30 pistoleros, y que al no encontrar a las personas que buscaban se llevaron a su hijo para matarlo a unos 150 metros de su casa.
"Desgraciadamente no ha terminado"
De las familias de los 11 ejecutados, ocho ya huyeron del lugar.
Entrevistado vía telefónica por Milenio, el alcalde de Guadalupe y Calvo, José Rubén Gutiérrez Loera, negó que él haya sido amenazado, pero habló del miedo que quedó entre la gente y de que no es la primera vez que se desata la violencia en la zona.
"Es algo que ya hemos estado viviendo durante bastante tiempo y no sólo en el municipio, donde quiera es lo mismo y esta situación desgraciadamente no ha terminado", concluyó