Paraguay dinamitó la Copa América, echó a Brasil en tanda de penales tras resistir la metralla brasileña durante 120 minutos. Justo Villar es el nuevo héroe del futbol paraguayo, el portero fue vital durante el tiempo de juego y en la tanda de penales se hizo grande para detener el disparo de Thiago Silva.
La noche del sábado, Argentina vivió su tragedia, pero algo tiene esta Copa América que se ha convertido en el torneo de la rebeldía para las selecciones que vivían a costa de la albiceleste y del propio Brasil.
El resto de los equipos sudamericanos dijeron basta y cerraron los caminos a la picardía y al descaro, jugaron a guerra de trincheras y construyeron barricadas en su reducto defensivo. Así ocurrió con Perú ante Colombia, así lo hizo Uruguay, y Paraguay recurrió a la misma fórmula, el equipo guaraní sacó el rosario
y se encomendó a Justo Villar, y el portero se convirtió en santo.
Es cierto que Brasil cargó con su peso histórico y fue en busca del arco paraguayo, pero el equipo de Mano Menezes mantuvo la misma inercia que en las citas anteriores, sin juego bonito ni profundidad, pero sobre todo, sin eficacia en la última zona.
El cuadro de Gerardo Martino entendió a la perfección que no estaba para darse aires de valentía, que sus opciones para llegar a las semifinales pasaban por mantener el cero, por frenar la chispa de los brasileños e hicieron las ejecuciones necesarias para lograrlo.
Los delanteros brasileños tuvieron ratos con buena movilidad, pero estuvieron lejos del gol. Una combinación entre Pato, Robinho y Neymar permitió a este último disparar a gol, pero el tiro se fue desviado.
Después apareció Justo Villar para impedir el gol de Lucio en una jugada a balón parado. En el complemento, Antolín Alcaraz evitó sobre la raya que Neymar abriera el juego. Paraguay apretó en mediocampo, pero volvió a ceder la iniciativa a los brasileños que tenían la pelota, aunque faltaba claridad.
Los intentos brasileños encontraron en Justo Villar al peor enemigo. Un tiro de Ganso fue salvado por el arquero con un manotazo. Y luego un par de intentos de Pato fueron salvados por Villar. En otra acción, Fred remató con la cabeza en un tiro de esquina, pero Edgar Barreto salvó sobre la raya.
En los tiempos extra los nervios invadieron a los dos equipos, Brasil trató de no llegar a los penales, pero no pudo anotar. Paraguay forzó la ruleta de los once pasos y le dio resultado.
Desde el manchón, Brasil se olvidó de la puntería. Cuatro cobros errados y Paraguay tuvo más serenidad para lograr dos aciertos. Esta Copa América es la rebeldía del resto de Sudamérica.
Los jugadores de la selección paraguaya corren a festejar con Justo Villar el pase a las semifinales
El portero guaraní, Justo Villar, se lanza para evitar un disparo de los atancantes brasileños
El delantero de Brasil, Neymar, lamenta una de las ocasiones falladas ante la portería paraguaya
Alexandre Pato, delantero de Brasil, falla un remate a bocajarro ante la portería de Justo Villar
El partido entre paraguayos y brasileños tuvo sus momentos de calentura, incluso Lucas Leyva y Antolín Alcaraz fueron expulsados.
Redacción. La Plata, Argentina
La noche del sábado, Argentina vivió su tragedia, pero algo tiene esta Copa América que se ha convertido en el torneo de la rebeldía para las selecciones que vivían a costa de la albiceleste y del propio Brasil.
El resto de los equipos sudamericanos dijeron basta y cerraron los caminos a la picardía y al descaro, jugaron a guerra de trincheras y construyeron barricadas en su reducto defensivo. Así ocurrió con Perú ante Colombia, así lo hizo Uruguay, y Paraguay recurrió a la misma fórmula, el equipo guaraní sacó el rosario
Es cierto que Brasil cargó con su peso histórico y fue en busca del arco paraguayo, pero el equipo de Mano Menezes mantuvo la misma inercia que en las citas anteriores, sin juego bonito ni profundidad, pero sobre todo, sin eficacia en la última zona.
El cuadro de Gerardo Martino entendió a la perfección que no estaba para darse aires de valentía, que sus opciones para llegar a las semifinales pasaban por mantener el cero, por frenar la chispa de los brasileños e hicieron las ejecuciones necesarias para lograrlo.
Los delanteros brasileños tuvieron ratos con buena movilidad, pero estuvieron lejos del gol. Una combinación entre Pato, Robinho y Neymar permitió a este último disparar a gol, pero el tiro se fue desviado.
Después apareció Justo Villar para impedir el gol de Lucio en una jugada a balón parado. En el complemento, Antolín Alcaraz evitó sobre la raya que Neymar abriera el juego. Paraguay apretó en mediocampo, pero volvió a ceder la iniciativa a los brasileños que tenían la pelota, aunque faltaba claridad.
Los intentos brasileños encontraron en Justo Villar al peor enemigo. Un tiro de Ganso fue salvado por el arquero con un manotazo. Y luego un par de intentos de Pato fueron salvados por Villar. En otra acción, Fred remató con la cabeza en un tiro de esquina, pero Edgar Barreto salvó sobre la raya.
En los tiempos extra los nervios invadieron a los dos equipos, Brasil trató de no llegar a los penales, pero no pudo anotar. Paraguay forzó la ruleta de los once pasos y le dio resultado.
Desde el manchón, Brasil se olvidó de la puntería. Cuatro cobros errados y Paraguay tuvo más serenidad para lograr dos aciertos. Esta Copa América es la rebeldía del resto de Sudamérica.
Los jugadores de la selección paraguaya corren a festejar con Justo Villar el pase a las semifinales
El portero guaraní, Justo Villar, se lanza para evitar un disparo de los atancantes brasileños
El delantero de Brasil, Neymar, lamenta una de las ocasiones falladas ante la portería paraguaya
Alexandre Pato, delantero de Brasil, falla un remate a bocajarro ante la portería de Justo Villar
El partido entre paraguayos y brasileños tuvo sus momentos de calentura, incluso Lucas Leyva y Antolín Alcaraz fueron expulsados.
Redacción. La Plata, Argentina
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