Las primeras investigaciones de la Fiscalía estatal revelan que el intento de asesinato fue presuntamente, por unas camionetas
CHIHUAHUA, 22 de junio.- La Fiscalía Estatal informó que el móvil del ataque a la agente de la policía Municipal de Praxedis G. Guerrero, Rosario Rosales, a la cual intentaron degollar junto con su esposo e hijo, fue el del robo según las primeras líneas de investigación.
Además, la propia presidencia municipal precisó en un comunicado que la mujer policía no tenía ningún cargo directivo en la corporación y que se trata de una agente preventiva que no recibió ningún nombramiento especial, ni se trata de mando de la corp
Según el protocolo de investigación revelado por la Fiscalía Zona Norte, el móvil del ataque se perfila como el robo, ya que de la propiedad de la familia fueron hurtadas una camioneta Chevrolet Suburban color azul, modelo 1998, con placas de Texas, un vehículo Chevrolet Silverado color café, modelo 2000, con placas de Texas, así como motores eléctricos y baterías de tractores.
De acuerdo a las primeras entrevistas realizadas por los agentes investigadores a los testigos de los hechos, se desprende que aproximadamente a las 03:00 horas, del día martes 21 de junio, arribaron al domicilio de la agente preventiva y su familia, --en el Rancho denominado la Fortuna , ubicado en un camino de tercería hacia el sur del Kilómetro 67 de la carretera Juárez Porvenir--, siete personas desconocidas, del sexo masculino, los cuales tenían el rostro cubierto con pañuelos de tela, mismos que causaron destrozos al inmueble y sustrajeron diversos artículos.
Añade que durante la comisión del delito, los habitantes de la vivienda fueron amordazados y lesionados con heridas punzo cortantes en varias partes del cuerpo, siendo éstos identificados como Héctor Bonifacio Galván Cuevas de 45 años, Jorge Galván Rosales de 21 años de edad y Rosario Rosales Ramírez de 40 años, misma que labora en la presidencia municipal de Praxedis G. Guerrero como agente preventivo.
El estado de salud de la policía y su familia fue considerado como grave pero estable, por lo que siguen internados en una clínica de Ciudad Juárez.
La agente en cuestión ingresó a la corporación el 31 de mayo de 2011 asignada a uno de los turnos que cubren el servicio en seguridad pública, laborando en el momento de su ataque en un horario de 12:00 a 20:00 horas.
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