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| El campo de Meoqui Chihuahua |
El subsecretario de Desarrollo Rural, Ignacio Rivera, explicó que de acuerdo con parámetros de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un país está en dependencia cuando destina más de 25 por ciento de sus ingresos por exportaciones totales a la compra de alimentos en el exterior.
Ante integrantes del Consejo Político y de Desarrollo Rural de la Confederación Nacional Campesina (CNC), subrayó que en el caso de México los datos formales señalan que destinó sólo 7.2 por ciento de sus ingresos en 2010 para la importación de esos satisfactores.
Puntualizó que para garantizar la seguridad alimentaria del país, el gobierno federal ha impulsado el desarrollo de capacidades entre productores de pequeña escala o autoconsumo, donde está el potencial para generar los alimentos de calidad que se requieren.
El funcionario de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) destacó que a escala mundial mucho del futuro de la humanidad está en manos de la agricultura familiar, ya que puede aumentar la producción y sus volúmenes con menos costos.
Rivera Rodríguez ratificó el principio de que cualquier enfoque para superar la pobreza implica la participación decidida y abierta del campesino, el gobierno y la sociedad civil.
El servidor público detalló que al igual que otras naciones, México ha enfocado el desarrollo rural hacia la agricultura familiar y de autoconsumo.
Mediante esquemas de ese tipo se capacita a los productores para que tengan acceso a los mercados y se genere un desarrollo social en el sector; al impulsar la agricultura en pequeña escala se evita también que los productores abandonen sus tierras, aseveró.
También expuso detalles de los programas de Sagarpa que tienen el objetivo de mejorar la eficiencia en la aplicación de los recursos, contribuir a la transparencia y rendición de cuentas, desarrollar capital humano, generar sinergia social y aumentar la inversión en bienes públicos.
Otras metas son propiciar la productividad y rentabilidad en el sector, fomentar el cuidado ambiental, así como prevenir riesgos climáticos, sanitarios y de mercado para alcanzar un mayor impacto en la población rural.
Confió en que la nueva estructura programática de la Sagarpa ayudará a enfrentar el actual contexto económico internacional, el cambio climático, la globalización de los mercados y las crecientes amenazas por la sustentabilidad del medio ambiente y las actividades productivas.
Sin embargo, desde su perspectiva ello será insuficiente si se carece de una participación social decidida, preparada y organizada.
Rivera Rodríguez externó que espera que la visión transversal, identificada como una estrategia de desarrollo territorial se refleje en avances trascendentes en el campo mexicano.
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