El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha asegurado que la crisis de la deuda en Europa "está asustando al mundo". Durante un encuentro con usuarios de la red social LinkedIn en California, el presidente recriminó a los líderes de la eurozona que no reaccionen con la suficiente rapidez ante la crisis que sufren.
Según Obama, la economía estadounidense se ha visto afectada y ha sufrido un retroceso este año debido a diversos acontecimientos mundiales, como la Primavera Árabe -que ha supuesto un aumento de los precios de la energía- y el efecto contagio de la mala salud financiera de las naciones europeas.
El presidente estadounidense -que enfrenta su reelección el año próximo con sus más bajos índices de popularidad- considera que Europa "no se ha recuperado del todo de la crisis de 2007 y nunca ha lidiado con todos los desafíos que sufre su sistema bancario". "Eso se está viendo con lo que sucede ahora en Grecia" ha dicho desde Mountain View, en el Estado de California.
Obama está inmerso en una gira de recaudación de fondos de cara a la campaña de 2012, así como de promoción de su plan de empleo para sacar a EE UU de uno de los peores niveles de paro en años (9,1%). Para el presidente, los líderes europeos se han puesto a trabajar, pero no con la suficiente celeridad. "Están inmersos en una crisis financiera que está asustando al mundo e intentando tomar decisiones responsables pero no están siendo todo lo rápidas que deberían ser", añadió.
En sus declaraciones de ayer, el presidente de Estados Unidos se abstuvo de repetir los comentarios que hizo hace dos semanas, cuando en una mesa redonda en la que se reunió con medios de habla hispana indicó que uno de los problemas que tiene que afrontar la zona euro es la diferente política fiscal de los países.
Entonces, Barack Obama afirmó que "al final los países grandes en Europa, los líderes en Europa, tendrán que reunirse y tomar una decisión sobre cómo pueden conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas".
Según Obama, la economía estadounidense se ha visto afectada y ha sufrido un retroceso este año debido a diversos acontecimientos mundiales, como la Primavera Árabe -que ha supuesto un aumento de los precios de la energía- y el efecto contagio de la mala salud financiera de las naciones europeas.
El presidente estadounidense -que enfrenta su reelección el año próximo con sus más bajos índices de popularidad- considera que Europa "no se ha recuperado del todo de la crisis de 2007 y nunca ha lidiado con todos los desafíos que sufre su sistema bancario". "Eso se está viendo con lo que sucede ahora en Grecia" ha dicho desde Mountain View, en el Estado de California.
Obama está inmerso en una gira de recaudación de fondos de cara a la campaña de 2012, así como de promoción de su plan de empleo para sacar a EE UU de uno de los peores niveles de paro en años (9,1%). Para el presidente, los líderes europeos se han puesto a trabajar, pero no con la suficiente celeridad. "Están inmersos en una crisis financiera que está asustando al mundo e intentando tomar decisiones responsables pero no están siendo todo lo rápidas que deberían ser", añadió.
En sus declaraciones de ayer, el presidente de Estados Unidos se abstuvo de repetir los comentarios que hizo hace dos semanas, cuando en una mesa redonda en la que se reunió con medios de habla hispana indicó que uno de los problemas que tiene que afrontar la zona euro es la diferente política fiscal de los países.
Entonces, Barack Obama afirmó que "al final los países grandes en Europa, los líderes en Europa, tendrán que reunirse y tomar una decisión sobre cómo pueden conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas".
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