Después de muchas suposiciones e hipótesis acerca de cómo sería el acto, el funeral de Amy Winehouse fue íntimo y muy personal. Al acto, que se celebró ayer en el cementerio de Edgwarebury, en Londres, y al que asistieron un total de 300 personas entre familiares, amigos cercanos, y algunos fans que quisieron estar cerca de la cantante en su último adiós, le precedió una tradicional ceremonia judía, a la que solo asistió su familia y amigos muy cercanos, sin la presencia de periodistas ni fotógrafos. Durante la misa,Mitch Winehouse, tuvo unas palabras con las que describió varias de las anécdotas de la vida de su hija: su niñez, sus primeras canciones...un discurso muy emotivo que arrancó las lágrimas de los asistentes entre ellos Janis y Alex Winehouse, madre y el hermano de la cantante respectivamente. Al final el discurso, Mitch concluyó con “Buenas noches, mi ángel. Duerme tranquila. Mamá y papá te querrán siempre mucho”. Una vez concluidas estas palabras, y las hroaciones en hebreop y en inglés, los asistentes entonaron y cantaron la canción favorita de Amy: “So far away” de Carole King.Tras la misa, un grupo muy íntimo y reducido se dirigió al crematorio en el barrio judío de Londres donde la joven artista fue incinerada.
Mientras tanto, los informes toxicológicos no consiguen arrojar luz al caso y la policía pide, por respeto a la familia que se eviten las especulaciones d ellos posibles motivos que provocaron la muerte de la artista.
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