“Algunos padres son poetas, todos los niños son poesía” y “No más asesinatos”, se leía en pancartas.
René Alberto López, Javier Valdés y Octavio Vélez, corresponsales
Publicado: 08/05/2011 12:29
Publicado: 08/05/2011 12:29
México, DF. En Tabasco, Sinaloa, Oaxaca, Tlaxcala, SLP, Jalisco, Durango y Coahuila miles de personas se sumaron este domingo a la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad en demandada de un alto a la violencia en el país y cuya movilización más importante se concentra en la ciudad de México, encabezada por el poeta Javier Sicilia.
En Villahermosa, al menos 150 hombres, mujeres y niños, todos vestidos de blanco, caminaron del monumento al deportista hasta las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJ), algunos cubriéndose la boca con cinta canela con las consignas: “paz”, “libertad”.
Frente a las oficinas gubernamentales, los manifestantes se plantaron por más de media hora con los brazos levantados con mantas que hablaban por ellos.
“Algunos padres son poetas, todos los niños son poesía”, “exigimos vivir en paz, no más sangre”, “No más asesinatos”, “ya basta”, eran algunas de las leyendas que se leían en las distintas pancartas que portaban los manifestantes.
En Culiacán, alrededor de medio centenar de ciudadanos se concentraron en la plazuela Obregón, en el primer cuadro de la ciudad.
Un maniquí con sus extremidades mutiladas, pintura roja y el rostro cubierto con cinta adhesiva, fue extendido en el piso simulando las escenas que criminales a las que se dice “Ya basta”.
“Ante las atrocidades, tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”, rezaba una de las pancartas instaladas en la protesta. En otra cartulina pudo leerse “Estamos hasta la madre de estar hasta la madre”.
En Oaxaca, Profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y activistas de organizaciones adheridas a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) protestaron en demanda de paz.
La manifestación inició frente a las instalaciones de la Octava Región Militar, ubicada en el municipio conurbado de Santa Lucía del Camino, y desde donde marcharon al centro de la ciudad.
“¡Gobierno, narco y policía, la misma porquería!” y “¡Queremos escuelas, queremos trabajo, queremos hospitales, no queremos militares!”, corearon los participantes a su paso por las calles.
En Tlaxcala, miembros de la comunidad artística, así como académicos de la UNAM y de otras instituciones educativas, marcharon por el Centro Histórico portando banderas mexicanas, y otras con leyendas como "En silencio gritamos: ya basta, no más sangre",
Al llegar frente a Palacio de Gobierno, los manifestantes realizaron un mitin con la misma demanda de paz alzada “en todos aquellos lugares donde hay mexicanos que quieren ponerle un alto al derramamiento de sangre".
"Una guerra que no elegimos"
En Saltillo, Coahuila, la Diócesis se sumó a la movilización de organizaciones civiles.
“Quienes estamos aquí, lo mismo que quienes están reunidos en otras ciudades, o quienes marchan a esta misma hora, en la ciudad de México, nos hemos convencido de que estamos cansados de vivir la impunidad, la injusticia, la desesperanza, la violencia y las muertes de una guerra que no elegimos”, manifestó el obispo Fray Raúl Vera López.
“También tenemos que buscar los caminos que conjuntamente y con la participación de todas y de todos, nos conduzcan a recuperar la honestidad, la eficacia, es decir, el óptimo funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, de las que se sustenta la vida de la sociedad mexicana”, expresó.
En Guadalajara, Jalisco, la marcha inició con un minuto de silencio para exigir la paz en México.
Cientos de jaliscienses, en su mayoría vestidos de blanco y con globos, partieron del parque Agua Azul hacia la Plaza de Armas de esta ciudad.
Los manifestantes traían consigo mantas y cartelones que exigían paz y unión para un México mejor, además de los “clones” (figuras humanas de cartón) con datos de víctimas del daño colateral por la guerra contra el crimen organizado.
En la capital de San Luis Potosí, con flores blancas, velas y pancartas cientos de personas pidieron alto a la violencia en el país con una caminata que inicio poco después de las 12 del día en La Caja del Agua. En Ciudad Valles, SLP, también se realizó la caminata, aunque con poca asistencia, ya que únicamente se presentaron alrededor de 50 personas.
En tanto, en Durango, las cuatro fuentes de la Plaza de Armas de Durango se tiñeron de rojo en símbolo a la sangre que se ha derramado de las cientos de ejecutados y de inocentes de la guerra contra el crimen organizado, esto como uno de los actos simbólicos que hicieron los activistas de la entidad en la Marcha por la Paz.
Alrededor de unas cien personas se reunieron para gritar al sonar de las campanas de Catedral: “no más muertos”, “México agoniza”, “queremos que esta guerra se termine ya”, "no más sangre en Durango".
Frente a las oficinas gubernamentales, los manifestantes se plantaron por más de media hora con los brazos levantados con mantas que hablaban por ellos.
“Algunos padres son poetas, todos los niños son poesía”, “exigimos vivir en paz, no más sangre”, “No más asesinatos”, “ya basta”, eran algunas de las leyendas que se leían en las distintas pancartas que portaban los manifestantes.
En Culiacán, alrededor de medio centenar de ciudadanos se concentraron en la plazuela Obregón, en el primer cuadro de la ciudad.
Un maniquí con sus extremidades mutiladas, pintura roja y el rostro cubierto con cinta adhesiva, fue extendido en el piso simulando las escenas que criminales a las que se dice “Ya basta”.
“Ante las atrocidades, tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo”, rezaba una de las pancartas instaladas en la protesta. En otra cartulina pudo leerse “Estamos hasta la madre de estar hasta la madre”.
En Oaxaca, Profesores de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y activistas de organizaciones adheridas a la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) protestaron en demanda de paz.
La manifestación inició frente a las instalaciones de la Octava Región Militar, ubicada en el municipio conurbado de Santa Lucía del Camino, y desde donde marcharon al centro de la ciudad.
“¡Gobierno, narco y policía, la misma porquería!” y “¡Queremos escuelas, queremos trabajo, queremos hospitales, no queremos militares!”, corearon los participantes a su paso por las calles.
En Tlaxcala, miembros de la comunidad artística, así como académicos de la UNAM y de otras instituciones educativas, marcharon por el Centro Histórico portando banderas mexicanas, y otras con leyendas como "En silencio gritamos: ya basta, no más sangre",
Al llegar frente a Palacio de Gobierno, los manifestantes realizaron un mitin con la misma demanda de paz alzada “en todos aquellos lugares donde hay mexicanos que quieren ponerle un alto al derramamiento de sangre".
"Una guerra que no elegimos"
En Saltillo, Coahuila, la Diócesis se sumó a la movilización de organizaciones civiles.
“Quienes estamos aquí, lo mismo que quienes están reunidos en otras ciudades, o quienes marchan a esta misma hora, en la ciudad de México, nos hemos convencido de que estamos cansados de vivir la impunidad, la injusticia, la desesperanza, la violencia y las muertes de una guerra que no elegimos”, manifestó el obispo Fray Raúl Vera López.
“También tenemos que buscar los caminos que conjuntamente y con la participación de todas y de todos, nos conduzcan a recuperar la honestidad, la eficacia, es decir, el óptimo funcionamiento de las instituciones públicas y privadas, de las que se sustenta la vida de la sociedad mexicana”, expresó.
En Guadalajara, Jalisco, la marcha inició con un minuto de silencio para exigir la paz en México.
Cientos de jaliscienses, en su mayoría vestidos de blanco y con globos, partieron del parque Agua Azul hacia la Plaza de Armas de esta ciudad.
Los manifestantes traían consigo mantas y cartelones que exigían paz y unión para un México mejor, además de los “clones” (figuras humanas de cartón) con datos de víctimas del daño colateral por la guerra contra el crimen organizado.
En la capital de San Luis Potosí, con flores blancas, velas y pancartas cientos de personas pidieron alto a la violencia en el país con una caminata que inicio poco después de las 12 del día en La Caja del Agua. En Ciudad Valles, SLP, también se realizó la caminata, aunque con poca asistencia, ya que únicamente se presentaron alrededor de 50 personas.
En tanto, en Durango, las cuatro fuentes de la Plaza de Armas de Durango se tiñeron de rojo en símbolo a la sangre que se ha derramado de las cientos de ejecutados y de inocentes de la guerra contra el crimen organizado, esto como uno de los actos simbólicos que hicieron los activistas de la entidad en la Marcha por la Paz.
Alrededor de unas cien personas se reunieron para gritar al sonar de las campanas de Catedral: “no más muertos”, “México agoniza”, “queremos que esta guerra se termine ya”, "no más sangre en Durango".
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