¿PRI invencible?

¿Qué tan invencible es el PRI actualmente?. ¿Qué tanto lo es? Para su nuevo dirigente, Humberto Moreira, el PRI es invencible. Lo es, dice, unido, como lo está ahora, por lo que da por anticipado el triunfo de su partido en las elecciones gubernamentales que se celebrarán este año y en la presidencial (y de diputados y senadores al Congreso de la Unión) del 2012. El PRI que recibe Humberto Moreira demostró ser vencible --y no invencible, como asegura su nuevo dirigente nacional-- en las dos elecciones gubernamentales (Baja California Sur y Guerrero) efectuadas este año y en tres de las once que se celebraron en 2010 (Oaxaca, Puebla y Sinaloa) y aún en dos más (Durango y Veracruz), en donde estuvo a punto de ser vencido por otros partidos. Al menos hasta ahora el PRI no ha demostrado ser invencible. Lo que ha quedado claro es que sí es vencible en algunas ocasiones por un partido político y en otras por una coalición partidaria. Y ahí están como referentes las últimas elecciones estatales. Ese es el dato duro. Ahora bien, ¿con Moreira al frente de su dirigencia nacional el PRI será imbatible, cómo lo fuera durante un largo periodo de su vida institucional, en la que no había elección que perdiera y que si la perdía en las urnas las ganaba en los órganos electorales, mismos que controlaba a placer?. Difícilmente la invencibilidad priista regrese, y esto porque ello ya no parece posible en las actuales circunstancias nacionales y estatales. Es más, podría decirse que no hay partido invencible hoy en día. No lo es el PRI --no lo ha sido últimamente ni lo será-- ni lo es el PAN, aun con tener de su parte el poder presidencial, quien en el 2006 perdió en las urnas la elección por la Presidencia de la República, pero valiéndose de quién sabe cuántas cosas --"haiga sido como haiga sido"-- logró vencer al PRD y a sus coaligados. Hoy ningún partido es invencible por sí mismo; no hay uno solo de ellos --llámese PRI, PAN o PRD-- que gane elecciones por denominarse de una manera o de otra: todos requieren de candidatos ganadores para que puedan ganar, claro, "a las buena", sin tener que arrebatar triunfos o que recurrir a prácticas antidemocráticas para agenciarse victoria "inmerecida". Humberto Moreira no debe soñar con la invencibilidad del PRI y menos todavía si su partido no postula como candidatos a sus mejores hombres y saca a estos de procesos internos democráticos en vez de ungirlos por dedazo de los gobernadores o de sus cúpulas.

Destacadas Politica 8:30:00 a. m.