MÉXICO, D.F., 17 de febrero (apro).- La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que personal femenino de servicios periciales realizó ayer una revisión física a Sandra Ávila, La Reina del Pacífico, pero los resultados no arrojaron una sola evidencia de inyección de botox en su rostro.
Con la revisión física se corroboró que a Ávila Beltrán, internada en el penal femenil de Santa Martha Acatitla, se le practicaron cirugías de índole estético en glúteos y busto, pero éstas fueron efectuadas antes de su aprehensión, ocurrida en septiembre de 2007.
De acuerdo con la dependencia, con el examen practicado ayer a La Reina del Pacífico se determinó que no hay rastros de que se le hubiera inyectado bótox, como lo señalaron autoridades penitenciarias en la denuncia presentada ante la Fiscalía para Servidores Públicos.
En ese sentido, explicó, la situación es compleja, ya que además el botox es una sustancia utilizada para borrar líneas de expresión, que con el tiempo desaparece, y el tratamiento supuestamente fue aplicado hace más de un mes.
Las autoridades encargadas de la indagatoria señalaron que con los resultados del examen, la PGJDF no tiene de momento ningún elemento pericial que permita presumir con certeza que Ávila Beltrán en efecto recibió por lo menos un tratamiento superficial en menor grado.
Ayer, en la declaración ministerial tomada a Sandra Ávila Beltrán, ésta negó haber recibido algún tratamiento, aunque reconoció que tuvo contacto con dos médicos externos identificados como Juan Manuel Chaparro González y Jorge Álvaro Acebo Lucio, este último esposo de la exdirectora del hospital de Santa Martha, Jessica Vicuña.
Con la revisión física se corroboró que a Ávila Beltrán, internada en el penal femenil de Santa Martha Acatitla, se le practicaron cirugías de índole estético en glúteos y busto, pero éstas fueron efectuadas antes de su aprehensión, ocurrida en septiembre de 2007.
De acuerdo con la dependencia, con el examen practicado ayer a La Reina del Pacífico se determinó que no hay rastros de que se le hubiera inyectado bótox, como lo señalaron autoridades penitenciarias en la denuncia presentada ante la Fiscalía para Servidores Públicos.
En ese sentido, explicó, la situación es compleja, ya que además el botox es una sustancia utilizada para borrar líneas de expresión, que con el tiempo desaparece, y el tratamiento supuestamente fue aplicado hace más de un mes.
Las autoridades encargadas de la indagatoria señalaron que con los resultados del examen, la PGJDF no tiene de momento ningún elemento pericial que permita presumir con certeza que Ávila Beltrán en efecto recibió por lo menos un tratamiento superficial en menor grado.
Ayer, en la declaración ministerial tomada a Sandra Ávila Beltrán, ésta negó haber recibido algún tratamiento, aunque reconoció que tuvo contacto con dos médicos externos identificados como Juan Manuel Chaparro González y Jorge Álvaro Acebo Lucio, este último esposo de la exdirectora del hospital de Santa Martha, Jessica Vicuña.
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