Hubo quienes ignoraron por completo las peticiones de entrevista, pero también los que simplemente se negaron a acercarse a la zona de prensa. Ni las figuras del América, equipo que perdió el duelo, ni las de Tigres, cuadro vencedor, quisieron hablar tras el duelo que jugaron en el Estadio Azteca.
De cierto modo era previsible la actitud de los americanistas, puesto que es una cuestión casi tradicional en el conjunto de Coapa que cuando los resultados son adversos casi nadie de los futbolistas da la cara.
Normalmente el que siempre está dispuesto a ponerle el pecho a las críticas es el Capitán Pável Pardo, pero en esta ocasión ni él quiso dar declaraciones luego de la derrota 2-1 frente al equipo de Nuevo León, e incluso fue el primero que salió del vestidor local para marcharse a toda prisa.
Más adelante pasaron Daniel Montenegro, Guillermo Ochoa, Matías Vuoso y Vicente Sánchez. “Rolfi, Rolf”, Daniel, fueron los gritos para el mediocampista argentino quien ni si quiera volteó; Sánchez respondió negativamente con la mano, mientras que el arquero y el delantero naturalizado mexicano aparentemente iban hablando por teléfono.
Con Tigres la historia fue similar, puesto que los hombres que le dieron el triunfo, Lucas Lobos y Héctor Mancilla, fueron los más solicitados para que expresaran sus opiniones del encuentro.
Lobos dijo “no gracias” y se siguió de frente directo hacia el autobús del equipo, mientras que el andino, quien marcó el gol de la diferencia en el minuto 92, llevaba puestos unos audífonos y aunque pasó a un metro de distancia no escuchó las solicitudes para que se acercara a las grabadoras y micrófonos para conocer su impresión sobre el tanto que consiguió en la última jugada del cotejo.
Y así se pasaron de largo también Damián Álvarez y Danilinho, quienes simplemente saludaron a los representantes de los medios de comunicación y se marcharon a paso veloz.
[MEDIOTIEMPO]
De cierto modo era previsible la actitud de los americanistas, puesto que es una cuestión casi tradicional en el conjunto de Coapa que cuando los resultados son adversos casi nadie de los futbolistas da la cara.
Normalmente el que siempre está dispuesto a ponerle el pecho a las críticas es el Capitán Pável Pardo, pero en esta ocasión ni él quiso dar declaraciones luego de la derrota 2-1 frente al equipo de Nuevo León, e incluso fue el primero que salió del vestidor local para marcharse a toda prisa.
Más adelante pasaron Daniel Montenegro, Guillermo Ochoa, Matías Vuoso y Vicente Sánchez. “Rolfi, Rolf”, Daniel, fueron los gritos para el mediocampista argentino quien ni si quiera volteó; Sánchez respondió negativamente con la mano, mientras que el arquero y el delantero naturalizado mexicano aparentemente iban hablando por teléfono.
Con Tigres la historia fue similar, puesto que los hombres que le dieron el triunfo, Lucas Lobos y Héctor Mancilla, fueron los más solicitados para que expresaran sus opiniones del encuentro.
Lobos dijo “no gracias” y se siguió de frente directo hacia el autobús del equipo, mientras que el andino, quien marcó el gol de la diferencia en el minuto 92, llevaba puestos unos audífonos y aunque pasó a un metro de distancia no escuchó las solicitudes para que se acercara a las grabadoras y micrófonos para conocer su impresión sobre el tanto que consiguió en la última jugada del cotejo.
Y así se pasaron de largo también Damián Álvarez y Danilinho, quienes simplemente saludaron a los representantes de los medios de comunicación y se marcharon a paso veloz.
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