Casi la cuarta parte de los mexicanos, más de 25 millones, padece algún problema mental y casi tres millones de ellos tienen afecciones graves como esquizofrenia o trastorno bipolar del tipo maniaco-depresivo que requiere hospitalización, dijo a Efe el neuropsiquiatra Jesús Ramírez Bermúdez.
"Las cifras son muy grandes, casi un cuarto de la población, el 25 por ciento padece algún problema, pueden ser adicciones severas, depresión, ansiedad, entre otros", indicó Ramírez al comentar su reciente libro "Breve Diccionario clínico del alma" (Random House Mondadori, 2010).
Ramírez, jefe de la Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, explicó en una entrevista con Efe que los pacientes con trastornos más dramáticos requieren de atención especializada en instituciones de salud mental.
"En general, la esquizofrenia y el trastorno bipolar deben representar de un dos a un tres por ciento (de la población), lo que supone de dos o tres millones de mexicanos", precisó.
Añadió que en México, "los mayores problemas son las adicciones compulsivas, los transtornos de ansiedad, como las fobias, las crisis de pánico o los trastornos postraumáticos generados por situaciones de violencia".
El especialista aseguró que muchos de estos padecimientos se derivan de condiciones sociales como la pobreza, la violencia, el estrés o la angustia, entre otras.
Ramírez recordó que en las décadas de los años 80 y 90, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los índices de suicidio aumentaron entre un 60 y un 70 por ciento en México.
Además, señaló que "en México el presupuesto para salud es bajo, pero para la salud mental es menos del 1%, y es completamente insuficiente".
La esquizofrenia -explicó- es un padecimiento mental crónico en el que hay una distorsión de la realidad, la persona tiene delirios, situaciones que nos pueden parecer absurdas, pero que son reales para el paciente y llegan a situaciones dramáticas.
Recordó el caso de una persona convencida de que tenía un demonio en su cuerpo y se apuñaló en el abdomen para sacarlo.
En décadas pasadas se registraban trastornos de cambios de personalidad, debidos a la enfermedad llamada neurosífilis.
Recordó a un paciente que se quejaba de que la dolía la espalda y que explicaba que él era "Atlas" y su misión era cargar el mundo, y por eso "tenía la espalda hecha pedazos".
Ramírez señaló que cada caso clínico es único y que no se pueden medir a todos con el mismo rasero, y "requieren de preguntas únicas y respuestas inéditas".
En su libro aborda casos sobre diversas enfermedades como las alucinaciones de doble personalidad, los delirios, el duelo, la esquizofrenia, las manías, la melancolía, la paranoia o las psicosis, ente muchos otros.
El especialista explicó que aunque el cerebro tiene un lenguaje bioquímico, hay elementos emocionales que pueden distorsionar su funcionamiento.
Recordó el caso de una mujer con un peligroso tumor cerebral, el cual estimulaba zonas de placer en el cerebro por lo que ella siempre estaba feliz y de buen humor.
Tras extirparle ese tejido maligno, la mujer tuvo una pérdida del olfato, del gusto y de interés en el sexo que la llevó a un estado de tristeza.
Ramírez dijo que no basta con conocer el funcionamiento del cerebro, también hay que ver la personalidad, y añadió que los medicamentos son útiles, pero incompletos.
Respecto a los políticos admitió que son personas que pueden tener trastornos de la personalidad como el narcisismo, antisociales, esquizoides, obsesivos, entre otros, aunque aclaró que no es posible diagnosticarlos solo por sus declaraciones.
"Me ha tocado atender personas que tienen estos problemas y están en puestos de decisión importantes", dijo y precisó que esto se refleja en el estilo de gobernar.
Por otra parte, reconoció que entre los espiritistas, brujos y magos hay muchos charlatanes que manipulan la fe de los demás, aunque algunos de ellos pueden ser auténticos místicos que padecen delirios y alucinaciones
"Las cifras son muy grandes, casi un cuarto de la población, el 25 por ciento padece algún problema, pueden ser adicciones severas, depresión, ansiedad, entre otros", indicó Ramírez al comentar su reciente libro "Breve Diccionario clínico del alma" (Random House Mondadori, 2010).
Ramírez, jefe de la Unidad de Neuropsiquiatría del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de México, explicó en una entrevista con Efe que los pacientes con trastornos más dramáticos requieren de atención especializada en instituciones de salud mental.
"En general, la esquizofrenia y el trastorno bipolar deben representar de un dos a un tres por ciento (de la población), lo que supone de dos o tres millones de mexicanos", precisó.
Añadió que en México, "los mayores problemas son las adicciones compulsivas, los transtornos de ansiedad, como las fobias, las crisis de pánico o los trastornos postraumáticos generados por situaciones de violencia".
El especialista aseguró que muchos de estos padecimientos se derivan de condiciones sociales como la pobreza, la violencia, el estrés o la angustia, entre otras.
Ramírez recordó que en las décadas de los años 80 y 90, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los índices de suicidio aumentaron entre un 60 y un 70 por ciento en México.
Además, señaló que "en México el presupuesto para salud es bajo, pero para la salud mental es menos del 1%, y es completamente insuficiente".
La esquizofrenia -explicó- es un padecimiento mental crónico en el que hay una distorsión de la realidad, la persona tiene delirios, situaciones que nos pueden parecer absurdas, pero que son reales para el paciente y llegan a situaciones dramáticas.
Recordó el caso de una persona convencida de que tenía un demonio en su cuerpo y se apuñaló en el abdomen para sacarlo.
En décadas pasadas se registraban trastornos de cambios de personalidad, debidos a la enfermedad llamada neurosífilis.
Recordó a un paciente que se quejaba de que la dolía la espalda y que explicaba que él era "Atlas" y su misión era cargar el mundo, y por eso "tenía la espalda hecha pedazos".
Ramírez señaló que cada caso clínico es único y que no se pueden medir a todos con el mismo rasero, y "requieren de preguntas únicas y respuestas inéditas".
En su libro aborda casos sobre diversas enfermedades como las alucinaciones de doble personalidad, los delirios, el duelo, la esquizofrenia, las manías, la melancolía, la paranoia o las psicosis, ente muchos otros.
El especialista explicó que aunque el cerebro tiene un lenguaje bioquímico, hay elementos emocionales que pueden distorsionar su funcionamiento.
Recordó el caso de una mujer con un peligroso tumor cerebral, el cual estimulaba zonas de placer en el cerebro por lo que ella siempre estaba feliz y de buen humor.
Tras extirparle ese tejido maligno, la mujer tuvo una pérdida del olfato, del gusto y de interés en el sexo que la llevó a un estado de tristeza.
Ramírez dijo que no basta con conocer el funcionamiento del cerebro, también hay que ver la personalidad, y añadió que los medicamentos son útiles, pero incompletos.
Respecto a los políticos admitió que son personas que pueden tener trastornos de la personalidad como el narcisismo, antisociales, esquizoides, obsesivos, entre otros, aunque aclaró que no es posible diagnosticarlos solo por sus declaraciones.
"Me ha tocado atender personas que tienen estos problemas y están en puestos de decisión importantes", dijo y precisó que esto se refleja en el estilo de gobernar.
Por otra parte, reconoció que entre los espiritistas, brujos y magos hay muchos charlatanes que manipulan la fe de los demás, aunque algunos de ellos pueden ser auténticos místicos que padecen delirios y alucinaciones
DENTRO DE ESOS 25 MILLONES ESTAN LA ¨CINICA¨, CHABELITA Y MARTIN SILLER POR BIPOLAR.
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