El día de ayer un grupo de Priistas armados con papel y pluma entraron por la puerta grande a la Dirección de Seguridad Pública Municipal como parte de lo que se pretende hacer pasar como un mero protocolo, pero que en realidad es un inventario al estado en que se encuentra el parque vehicular, armas, oficinas y cualquier cosa que ocupan los policías y en general todo lo que aparece como propiedad del municipio.
Con el grado de seriedad que esto significa, fueron llamados todos los policías a quienes les revisaron armas, chalecos, motos y patrullas, bueno a algunos policías hoy comentaron que les revisaron hasta la macana con suma municiosidad.
El grupo era encabezado por el ex alcalde Martín Siller, Francisco Chavarría, secretario particular del alcalde electo, Javier Beltrán quien ira directamente a obras publicas, y otros gallos que inequívocamente serán parte del nuevo Gabinetazo del Profr. Salvador García presidente electo de Meoqui.
En el lugar se entrevistaron con los altos mandos policíacos, mismos que los recibieron con una sonrisa de oreja a oreja, más que por amabilidad, por aquello de los despidos.
El efecto producido por la supuesta recepción podrá terminar en una gran decepción “cuando se den cuenta que aquí no hay nada y lo que hay pos no sirve” comento un elemento policíaco que se quejo también de tener varios días sin servicio telefónico.
Con el grado de seriedad que esto significa, fueron llamados todos los policías a quienes les revisaron armas, chalecos, motos y patrullas, bueno a algunos policías hoy comentaron que les revisaron hasta la macana con suma municiosidad.
El grupo era encabezado por el ex alcalde Martín Siller, Francisco Chavarría, secretario particular del alcalde electo, Javier Beltrán quien ira directamente a obras publicas, y otros gallos que inequívocamente serán parte del nuevo Gabinetazo del Profr. Salvador García presidente electo de Meoqui.
En el lugar se entrevistaron con los altos mandos policíacos, mismos que los recibieron con una sonrisa de oreja a oreja, más que por amabilidad, por aquello de los despidos.
El efecto producido por la supuesta recepción podrá terminar en una gran decepción “cuando se den cuenta que aquí no hay nada y lo que hay pos no sirve” comento un elemento policíaco que se quejo también de tener varios días sin servicio telefónico.
Hubieran dejado encerrado al ratota de Siller de una buena vez!
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