A veces parece incierta toda aquella noticia que se genera
en el municipio de Meoqui, en donde pareciera que los espacios y las reglas con que se basan la
política y el poder le hacen parecer a una cultura disímil de las demás
comunidades que le rodean y en la que siempre, aún y cuando parezca que todo es
normal, sobreviene lo impredecible.
Esta mañana la puerta principal de la presidencia municipal
fue literalmente blindada por al menos 8 elementos de la policía municipal fuertemente
armados que eran comandados por el director de seguridad pública Sergio Martínez,
quien se encontraba plantado al centro de la entrada del edificio evitando a
toda costa el paso de todo aquel ente que no tuviera el sello de la burocracia
meoquense.
Era como si se esperara una invasión, Como si algún capo de
la mafia hubiera amenazado con ir a derramar sangre. Nada que ver, eran cuatro
ciudadanos buscando tener un dialogo con el presidente municipal y entregarle
en sus manos “una lista de reclamos”.
Al cabo de varias horas de espera en el exterior de
presidencia donde tuvieron roces con para ser atendidos, finalmente fueron
recibidos por el secretario municipal en su oficina, donde desplegaron una
serie de inconformidades con el actuar del gobierno.
Una de las principales querellas fue la atención que deben
los funcionarios a cada uno de los ciudadanos del municipio ya que recalcaron
una y otra vez que la administración municipal no es diferente, sino indiferente
con las necesidades de los ciudadanos a quienes según los reclamantes, no
atienden.
Se
suponía que el problema de la basura y la construcción
del puente del vado serían los principales temas a tratar en la
entrevista con
el funcionario, pero la instalación de un dispositivo de seguridad en la
entrada de la presidencia para impedir el paso de una manifestación
masiva que se esperaba fue lo más destacado.
Casada por décadas con un General del Ejército, y ex
candidata a la diputación federal, a Sol Carrasco no le intimidaron las
metralletas que portaban los policías, sin embargo, sus acompañantes, Pedro
Morales y Ernesto Casillas, sintieron vulneradas sus garantías al ser tratados
como vulgares delincuentes, según expresaron
El funcionario respondió que la excesiva presencia policíaca
solo era parte del protocolo de seguridad que se activa cuando una manifestación
masiva es anunciada.
El secretario, no tuvo defensa, solo asintió ante los
reclamos.
La de hoy no fue manifestación, ni entrevista de conciliación,
fue una fuerte amonestación.
Al final nadie ganó, quizá solo fue un entremés político
para dar a conocer el Partido Morena en Meoqui, ojala no pase lo mismo que a
otros partidos de izquierda fueron arruinados por conflictos de intereses de sus
líderes mezquinos.