MÉXICO, D.F. (apro).- José Antonio Acosta Hernández, El Diego, líder de la organización delictiva La Línea, reveló que gracias a la corrupción que impera en el penal de Ciudad Juárez, introdujo armas cada 15 días a ese centro penitenciario para tener el control del mismo.
Ayer martes, durante el interrogatorio al que fue sometido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, El Diego confirmó que siempre contó con el apoyo de policías estatales y municipales para eliminar a rivales del cártel de Juárez.
Hoy reconoció que con la ayuda del personal de custodia introducía armas para surtir a los integrantes del grupo delictivo que están cumpliendo una condena para tener el control del penal.
En sus declaraciones a la Policía Federal (PF), El Diego, a quien las autoridades federales le atribuyen haber ordenado la muerte de mil 500 personas, por lo menos, aseguró que los propios custodios ayudan a ingresar las armas cada 15 días para que las autoridades federales no lo noten.
Ingresan “una o dos (armas), porque no, no se puede meter mucho… pues eso tiene que ser más o menos cada 15 días. No es muy frecuente, porque no se puede”, refirió.
Pese a que reconoció que el grupo delictivo que encabeza tiene armas dentro del reclusorio para protegerse, se desmarcó de la masacre registrada el pasado 29 de julio.
Considerado uno de los principales líderes del brazo armado del cártel de Juárez, Acosta Hernández sostuvo que la riña del penal municipal que dejó 17 muertos fue entre integrantes de la organización que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.
“Ese fue un motín sólo entre ellos mismos, entre la gente del cártel de Sinaloa (…) los 17 muertos son de ellos, ellos mismos se mataron entre sí. Sólo una persona, la del sexo femenino, (Ana Cristina Andrade Gallegos) es la que sí era gente de nosotros”, relató.
Durante el interrogatorio también reveló que había una lista con los nombres de 15 ó 20 elementos de la Policía Municipal que estaban amenazados; pero afirmó que sólo ejecutaron a seis porque el resto había renunciado.
“Ésas las elaboramos nosotros por medio de… nos dan la información de quiénes son los oficiales de Seguridad Pública que han apoyado al cártel de Sinaloa; y fueron los nombres que se pusieron ahí”, relató entrecortando frases.
También se adjudicó la autoría de varias “narcomantas” en la entidad que tenían la intención, igual que las pintas, de que las leyeran los integrantes de organizaciones contrarias.
“En cierto modo, principalmente para que se dieran cuenta las autoridades que sí trabajan, de quiénes son algunos elementos que andan apoyando cierto bando contrario, a veces amenazando a algunas autoridades por detenciones que hacen.
“Por ejemplo una manta que sí mandé poner yo, fue amenazando a las autoridades de la DEA (Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos). Eso sólo se hizo con el fin de que supieran o para que no anduvieran tranquilos en la ciudad”, reconoció.
El Diego recordó incluso lo que decía una de las mantas qué él mismo mandó colocar: “Decía: ‘Ya los tenemos ubicados, sabemos cuántos son y en qué andan, autoridades de la DEA y si los encontramos les vamos a mochar la cabeza’.”
Este miércoles también circuló en las redes sociales una parte del interrogatorio grabado por la PF, en la que El Diego recomienda a sus cómplices que rehagan su vida.
“Que se fijen primero y que si pueden rehacer su vida, pues sería lo mejor”, expresa Acosta Hernández.
La entrevista con el también llamado El Blablazo, quien de acuerdo con fuentes estatales lloró cuando fue detenido durante un megaoperativo la semana pasada en Chihuahua, tiene una duración de más de 10 minutos.
El video contiene declaraciones sobre la forma en que se realizaron ataques contra elementos de la PF, a internos de centros de rehabilitación y las ejecuciones masivas en los fraccionamientos Villas de Salvárcar y Horizontes del Sur, hechos en donde murieron decenas de personas.
En sus declaraciones, El Diego señala cómo ingresó a las filas del narcotráfico después de haber pertenecido a la extinta Policía Judicial del estado, en 2007.
Se puede observar a Acosta Hernández tranquilo y detallando la forma en que ordenó asesinar a varias personas, en su mayoría, por creer que pertenecían al cártel de Sinaloa.
Sobre el ataque a los agentes federales con el coche-bomba que estalló el 15 de julio del año pasado en Juárez, dijo que fue en represalia por la detención de su cómplice Jesús Armando Acosta Guerrero, El 35.
En su relato menciona que ordenó dos de los ataques registrados en contra de centros de rehabilitación debido a que tenía la presunción de que eran casas de seguridad del cártel de Sinaloa o de los Doble A (Artistas Asesinos).
Una mujer fue la encargada de formular las preguntas a El Diego, quien respondió a todas de forma escueta.
Ayer martes, durante el interrogatorio al que fue sometido por la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, El Diego confirmó que siempre contó con el apoyo de policías estatales y municipales para eliminar a rivales del cártel de Juárez.
Hoy reconoció que con la ayuda del personal de custodia introducía armas para surtir a los integrantes del grupo delictivo que están cumpliendo una condena para tener el control del penal.
En sus declaraciones a la Policía Federal (PF), El Diego, a quien las autoridades federales le atribuyen haber ordenado la muerte de mil 500 personas, por lo menos, aseguró que los propios custodios ayudan a ingresar las armas cada 15 días para que las autoridades federales no lo noten.
Ingresan “una o dos (armas), porque no, no se puede meter mucho… pues eso tiene que ser más o menos cada 15 días. No es muy frecuente, porque no se puede”, refirió.
Pese a que reconoció que el grupo delictivo que encabeza tiene armas dentro del reclusorio para protegerse, se desmarcó de la masacre registrada el pasado 29 de julio.
Considerado uno de los principales líderes del brazo armado del cártel de Juárez, Acosta Hernández sostuvo que la riña del penal municipal que dejó 17 muertos fue entre integrantes de la organización que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán.
“Ese fue un motín sólo entre ellos mismos, entre la gente del cártel de Sinaloa (…) los 17 muertos son de ellos, ellos mismos se mataron entre sí. Sólo una persona, la del sexo femenino, (Ana Cristina Andrade Gallegos) es la que sí era gente de nosotros”, relató.
Durante el interrogatorio también reveló que había una lista con los nombres de 15 ó 20 elementos de la Policía Municipal que estaban amenazados; pero afirmó que sólo ejecutaron a seis porque el resto había renunciado.
“Ésas las elaboramos nosotros por medio de… nos dan la información de quiénes son los oficiales de Seguridad Pública que han apoyado al cártel de Sinaloa; y fueron los nombres que se pusieron ahí”, relató entrecortando frases.
También se adjudicó la autoría de varias “narcomantas” en la entidad que tenían la intención, igual que las pintas, de que las leyeran los integrantes de organizaciones contrarias.
“En cierto modo, principalmente para que se dieran cuenta las autoridades que sí trabajan, de quiénes son algunos elementos que andan apoyando cierto bando contrario, a veces amenazando a algunas autoridades por detenciones que hacen.
“Por ejemplo una manta que sí mandé poner yo, fue amenazando a las autoridades de la DEA (Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos). Eso sólo se hizo con el fin de que supieran o para que no anduvieran tranquilos en la ciudad”, reconoció.
El Diego recordó incluso lo que decía una de las mantas qué él mismo mandó colocar: “Decía: ‘Ya los tenemos ubicados, sabemos cuántos son y en qué andan, autoridades de la DEA y si los encontramos les vamos a mochar la cabeza’.”
Este miércoles también circuló en las redes sociales una parte del interrogatorio grabado por la PF, en la que El Diego recomienda a sus cómplices que rehagan su vida.
“Que se fijen primero y que si pueden rehacer su vida, pues sería lo mejor”, expresa Acosta Hernández.
La entrevista con el también llamado El Blablazo, quien de acuerdo con fuentes estatales lloró cuando fue detenido durante un megaoperativo la semana pasada en Chihuahua, tiene una duración de más de 10 minutos.
El video contiene declaraciones sobre la forma en que se realizaron ataques contra elementos de la PF, a internos de centros de rehabilitación y las ejecuciones masivas en los fraccionamientos Villas de Salvárcar y Horizontes del Sur, hechos en donde murieron decenas de personas.
En sus declaraciones, El Diego señala cómo ingresó a las filas del narcotráfico después de haber pertenecido a la extinta Policía Judicial del estado, en 2007.
Se puede observar a Acosta Hernández tranquilo y detallando la forma en que ordenó asesinar a varias personas, en su mayoría, por creer que pertenecían al cártel de Sinaloa.
Sobre el ataque a los agentes federales con el coche-bomba que estalló el 15 de julio del año pasado en Juárez, dijo que fue en represalia por la detención de su cómplice Jesús Armando Acosta Guerrero, El 35.
En su relato menciona que ordenó dos de los ataques registrados en contra de centros de rehabilitación debido a que tenía la presunción de que eran casas de seguridad del cártel de Sinaloa o de los Doble A (Artistas Asesinos).
Una mujer fue la encargada de formular las preguntas a El Diego, quien respondió a todas de forma escueta.
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