Los gusanos obligados a reproducirse asexualmente sucumben ante una desagradable infección bacteriana y mueren.
Investigadores estadounidenses dicen que los resultados son la evidencia más convincente hasta la fecha para una teoría fundamental en la biología evolutiva.
La teoría sostiene que el sexo evolucionó, porque permite a los organismos reorganizar sus genes en nuevas combinaciones para mantenerse un paso adelante de los parásitos.
El sexo ha preocupado mucho a los biólogos que estudian la evolución. La reproducción asexual -donde los organismos se clonan a sí mismos – tiene mucho más sentido, no hay necesidad de buscar y seducir a un compañero, luchar contra los competidores o someterse al riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual.
Es más, dado que un organismo ha sobrevivido el tiempo suficiente para reproducirse, es probable que tenga un conjunto de primer nivel de genes bajo su piel.
Entonces, ¿por qué correr el riesgo de diluir los genes buenos con los potencialmente más pobres de otro organismo? Y aun así, el sexo existe. Y la gran mayoría de los animales y las plantas se reproducen de esta manera, según los científicos.
Futuros fluctuantes
Los parásitos -según creen muchos biólogos- podrían ser la respuesta. Estos animales crean una situación en la que, a pesar de las desventajas del sexo, es bueno para un organismo mezclar su genoma con el de otro.
Esta reorganización crea descendientes con combinaciones de genes nuevos que son potencialmente mejores que las anteriores combinaciones para resistir los avances de un parásito.
Esta reorganización crea descendientes con combinaciones de genes nuevos que son potencialmente mejores que las anteriores combinaciones para resistir los avances de un parásito.
La carrera armamentista genética entre un parásito y su huésped comúnmente es comparada con un ejemplo del estilo de interacción a la “Reina Roja”, un término acuñado por el biólogo Leigh Van Valen, que cita la imagen de una Reina Roja corriendo constantemente en A través del espejo y lo que Alicia encontró allí, de Lewis Carrol. La analogía le pareció adecuada para describir cómo las especies tienen que evolucionar continuamente para mantenerse al día con los demás. Pero a pesar de la popularidad de la teoría, ha habido pocas pruebas sólidas para ello.
Evidencia directa
Gusanos Los investigadores que trabajan en la Universidad de Indiana en EEUU han utilizado el Caenorhabditis elegans, un gusano redondo, para hacer este experimento.
Gusanos Los investigadores que trabajan en la Universidad de Indiana en EEUU han utilizado el Caenorhabditis elegans, un gusano redondo, para hacer este experimento.
Observaciones Los gusanos se llenaron de una perniciosa bacteria en un césped, luego se reprodujeron sexualmente en 20 oportunidades.
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