Según fuentes oficiales de Estados Unidos que cita The New York Times, el líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, ha muerto.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, deberá comparecer en unos momentos en la televisión y se espera que dé la noticia. La CNN asegura que el anuncio incluirá que EE UU tiene el cuerpo de Bin Laden, un asunto de vital importancia para evitar el escepticismo que la noticia causaría en los circuitos islamistas radicales.
Parece ser que Bin Laden habría muerto en Pakistán. Según la CNN, en una mansión en las afueras de Islamabad, lo que lleva a la cadena a pensar que se trataría de una operación de la CIA.
10 años tras el 11 S
La muerte del islamista llegaría 10 años después del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, que causó 3.000 muertos.
Matar a Osama Bin Laden se había convertido en una obsesión para los Estados Unidos y ha sido objeto de numerosas operaciones internacionales.
Para el orgullo de EE UU se había convertido en una herida demasiado profunda desconocer el paradero de un tipo alto y desgarbado de 54 años que sostenía un Kaláshnikov con su brazo izquierdo, se apoyaba en un bastón, dormía en el suelo y se alimentaba de verduras, yogur, sopa y pan afgano.
Bin Laden era todo un símbolo. El hombre que había logrado un sueño que hace una década parecía una quimera: internacionalizar la yihad y extender el terror mediante alianzas con grupos asociados en todo el mundo. Decenas de células locales, inspiradas en el discurso de Bin Laden, quitan el sueño a los jefes de inteligencia de varios continentes.
Osama Bin Laden nació en Arabia Saudí en el año 1957, en el seno de una acaudalada familia saudí. Su padre fue un importante magnate de la construcción en su país. Estudió Religión y Ciencias Económicas, graduándose en la Universidad Abdul Aziz. Desde 1979 apoyó a los rebeldes afganos en su guerra contra la URSS, organizando el reclutamiento de miles de voluntarios de todo el mundo árabe, entre otras acciones. Desde 1986 participó personalmente en los combates. Acabada la guerra, regresó a su país. Como consecuencia del apoyo saudí a las tropas de EE UU durante la Guerra del Golfo de 1991, rompió su relación con el régimen saudí y con su propia familia. Se exilió en 1991 en Sudán, donde dirigió una empresa que EE UU consideraba una tapadera terrorista.
La base del pensamiento de Bin Laden era similar a los talibán: interpretaciones ultraortodoxas del islam suní, al que desea purificar de influencias occidentales. Su ideología, sus hombres, fogueados en acciones de combate, y el muy abundante dinero le permitieron financiar una oscura trama de grupos radicales que actúan contra intereses occidentales, preferentemente estadounidenses, allí donde tienen oportunidad.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, deberá comparecer en unos momentos en la televisión y se espera que dé la noticia. La CNN asegura que el anuncio incluirá que EE UU tiene el cuerpo de Bin Laden, un asunto de vital importancia para evitar el escepticismo que la noticia causaría en los circuitos islamistas radicales.
Parece ser que Bin Laden habría muerto en Pakistán. Según la CNN, en una mansión en las afueras de Islamabad, lo que lleva a la cadena a pensar que se trataría de una operación de la CIA.
10 años tras el 11 S
La muerte del islamista llegaría 10 años después del atentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, que causó 3.000 muertos.
Matar a Osama Bin Laden se había convertido en una obsesión para los Estados Unidos y ha sido objeto de numerosas operaciones internacionales.
Para el orgullo de EE UU se había convertido en una herida demasiado profunda desconocer el paradero de un tipo alto y desgarbado de 54 años que sostenía un Kaláshnikov con su brazo izquierdo, se apoyaba en un bastón, dormía en el suelo y se alimentaba de verduras, yogur, sopa y pan afgano.
Bin Laden era todo un símbolo. El hombre que había logrado un sueño que hace una década parecía una quimera: internacionalizar la yihad y extender el terror mediante alianzas con grupos asociados en todo el mundo. Decenas de células locales, inspiradas en el discurso de Bin Laden, quitan el sueño a los jefes de inteligencia de varios continentes.
Osama Bin Laden nació en Arabia Saudí en el año 1957, en el seno de una acaudalada familia saudí. Su padre fue un importante magnate de la construcción en su país. Estudió Religión y Ciencias Económicas, graduándose en la Universidad Abdul Aziz. Desde 1979 apoyó a los rebeldes afganos en su guerra contra la URSS, organizando el reclutamiento de miles de voluntarios de todo el mundo árabe, entre otras acciones. Desde 1986 participó personalmente en los combates. Acabada la guerra, regresó a su país. Como consecuencia del apoyo saudí a las tropas de EE UU durante la Guerra del Golfo de 1991, rompió su relación con el régimen saudí y con su propia familia. Se exilió en 1991 en Sudán, donde dirigió una empresa que EE UU consideraba una tapadera terrorista.
La base del pensamiento de Bin Laden era similar a los talibán: interpretaciones ultraortodoxas del islam suní, al que desea purificar de influencias occidentales. Su ideología, sus hombres, fogueados en acciones de combate, y el muy abundante dinero le permitieron financiar una oscura trama de grupos radicales que actúan contra intereses occidentales, preferentemente estadounidenses, allí donde tienen oportunidad.
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