En plena guerra al narco, una maestra de escuela infantil en Monterrey es el más reciente ejemplo de ciudadana convertida en insospechada heroína por la opinión pública en México, que ha admirado la forma en que distrajo a sus alumnos mientras fuera de clase se desataba un tiroteo.
"La mujer más valiente de México" se llamó a Marisol Valles, la joven veinteañera que asumió en octubre de 2010 la jefatura de policía en Práxedis Guerrero, una de las regiones más peligrosas de Chihuahua, y que, por cuenta de las amenazas, partió a Estados Unidos cinco meses después.
También se habló del bravo "Don Alejo" Garza, un empresario de 77 años que defendió en solitario, y rifle en mano, su rancho de los sicarios, aunque eso le costara la vida.
Ahora es una profesora de guardería de Monterrey (en el nordeste del país) la que se ha ganado el título de la maestra con más valor de México.
Martha Ivette Rivera, de 33 años, grabó con su celular un video de lo que estaba pasando en su clase el pasado viernes.
Mientras en el exterior se desataba un tiroteo, sus 16 alumnos -de apenas 5 y 6 años- la miraban asustados y ella les animaba a cantar, pecho a tierra, para distraer la atención de la balacera: "Si las gotas de lluvia fueran de chocolate me encantaría estar ahí...".
El video, en el que se aprecia como la maestra intenta calmar a los niños mientras se oyen disparos de fondo, se convirtió en un éxito inmediato en las redes sociales.
Premio al valor
Ahora, la maestra cuenta con un diploma entregado por el gobierno de su estado, "por su destacado valor cívico al aplicar los protocolos de seguridad en una situación de riesgo en el entorno escolar y, sobre todo, por su vocación de servicio, de amor a los niños de Nuevo León".
Pero Rivera no se ve como una heroína. "Eso sólo existe en las caricaturas", le dice a BBC Mundo.
"Soy una persona entregada a mi trabajo y a cuidar a lo más importante que tenía a mi cargo, y todos los maestros harían lo mismo. Es desagradable tener este tipo de situaciones, pero hay que estar preparados para todo y salir para adelante", asegura.
Los profesores del centro Alfonso Reyes están acostumbrados a hacer simulacros ante situaciones como esta. De hecho, Rivera dice que no es la primera vez que se han producido disparos cerca del centro, aunque nunca tanto como el viernes.
En la zona de La Estanzuela (sur de Monterrey), donde se ubica la escuela , al menos cinco personas han sido asesinadas en los últimos cuatro días.
Como en otras partes del nordeste mexicano, en Monterrey, una de las capitales industriales del país, se vive desde 2010 una cruenta batalla entre El Golfo y Los Zetas, considerados dos de los principales grupos criminales del país.
"Gotitas de chocolate"
"Apliqué los protocolos de seguridad de tirarse al piso y le puse un poco de creatividad. Quería mantenerles protegidos el mayor tiempo posible, así que recordé que cada vez que cantamos "Gotitas de chocolate" lo hacemos en tumbados en el piso", recuerda la maestra, quien es además responsable de un programa de seguridad en el centro educativo.
"Apliqué los protocolos de seguridad de tirarse al piso y le puse un poco de creatividad. Quería mantenerles protegidos el mayor tiempo posible, así que recordé que cada vez que cantamos "Gotitas de chocolate" lo hacemos en tumbados en el piso", recuerda la maestra, quien es además responsable de un programa de seguridad en el centro educativo.
Aunque reconoce que faltaron algunos alumnos a su clase del lunes, no cree que los niños vayan a sufrir secuelas por la balacera.
"Los niños no han mencionado lo que pasó el viernes, sólo me dicen que me han visto en la tele y me preguntan si soy famosa", bromea.
Al comenzar su primera clase tras el tiroteo, Martha Rivera preguntó, como siempre, cuál era la canción que los niños querían cantar. La respuesta, dice, fue clara...
"¡Gotitas de chocolate!".
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