La tranquila y disimulada apariencia que ahora abriga al príncipe de los pitufos de Meoqui, no es sino una estudiada mascarada que ha sido sutilmente fraguada por el titiritero azul que en breve saldrá de su trinchera.
Con un apoyo insospechado desde Delicias donde, pitufos de otras tierras, trataron de centralizar en ese territorio su logia de poder sin poder prevalecer en el ese intento, el mas malandro de los pitufos, dicho sea por el apodo nada favorable que se carga el “patrón” Cisneros ahora juega un papel de el poder detrás del poder y detrás de los medios de comunicación que ha creado para golpear a sus adversarios y a la vez acariciar su imagen y la de sus compinches cerúleos.
Como un icono de la eternidad política el populoso “cholo” intenta ahora colarse a la diputación federal como uno de los dos aspirantes mas posicionados…hasta ahora.
Arturo Zubia, el carismático y populachero, alcalde camarguense, quien lo mismo se roza con la gente del pueblo que con “papa pitufo” y un ejercito azul que se aprecia de mayor alcance que aquel que por ahora da cobijo a José Luis Cisneros es en si su mayor desventaja y por mucho.
Pero ello no preocupa al “sagaz” político meoquense, sino por la sombra del Tigre Villarreal y de quien ocupa ahora la alcaldía donde por seis años era el despachador. Dos grupos polacos que se distanciaron en el mismo punto en donde la mala hierba sembrada por Maquiavelo, crece cada día más.
Con su alumna Lares, ubicada como su pieza favorita en el tablero económico cisnerista, poco le preocupan a su jefe las finanzas para dar inicio a su próxima “pre-precampaña”.
Además de contar con sus propios “medios”, el pueblo cuenta también una historia que jamás salio a la luz. Es una historia que trata acerca de un accidente automovilístico donde bajas pasiones polacas salieron a relucir.
Algunos tránsitos meoquenses aun resuenan esa “calurosa” anécdota tan revelada como escondida.
Entre morbo y chascarrillos, se habla de un pantalón al revés, aliento alcohólico y una prenda femenina en sus “celestes” manos, mientras tanto pitufina, beoda, y errante de su memoria, no sabia ni donde residía.
Historias incomodas que pudieran ser reveladas también por sus adversarios, si algún día se enteraran que solo han sido utilizados por el maestro titiritero de Meoqui.
Papelitos…ya van cinco ediciones. Todos contra el alcalde meoquense. El último se asegura, fue repartido durante la visita de Javier Corral a la cueva azul denominada también como el edificio Luis H. Alvárez. Se dice que es un regidor priista otros dicen que es el Tigre, mientras que Nacho Gurrola niega ser el gran escritor de esta saga de chismes tipo “best seller” de barrio, en donde el objetivo es confrontar a dos bandos políticos mientras un tercero se frota las manos y disfruta el espectáculo que desde lejos ha creado.
Aunque un cuarto pitufo pudiera ser el del plan donde se fija como objetivo hacer infringir sus famosos “estatutos” a los perezosos pitufos meoquenses que se menean solo bajo la chirimía de su guía polaco.
En otros terrenos no lejos de esta república todo parece indicar que el secretario incomodo de Delicias pudiera empacar sus maletitas en unos meses, y regresar después ante una posible derrota.
Sucedió después de un paseo cortesía de conocido magnate de la construcción en Delicias, de pronto surgió el rumor de los futuros o posibles proyectos del no menos poderoso negociador juarense.
Por lo pronto ya se recomienda al juarense César Jáuregui como el mas “indicado” para la candidatura a la diputación federal en aquella, otrora conocida, como la “mejor frontera de México”.
Una decisión que pudiera dejar sollozando al también acomodado miembro del clan cisnerista en la alcaldía deliciense, y encargado directo del aseo de las chanclas del político juarense. Toda vez que el fiel joven Huízar embajador en Delicias de la tribu del “cholo” Cisneros ha sugerido que será el próximo sindico meoquense, sueño que pudiera verse mermado si su jefe se marcha.
Aunque el papel del secretario no puede evaluarse como malo ni como extraordinario ya que los meses en que ha mostrado su “destreza” política han sido en si durante la luna de miel del presidente Mario Mata, quien de ser cierta la partida del juarense, estaría gobernando desde entonces sin intermediarios.
Por lo tanto si se queda Jáuregui esta bien, y si se va pá Juárez …pues que le vaya bien.
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