El ejército mexicano confiscó hoy un cargamento de 80 kilos de heroína y cristal, con un valor de unos 25 millones de dólares, en el aeropuerto de la occidental ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco.
El embarque consistía en 27 kilos 813 gramos de heroína, 46 kilos y 234 gramos de cristal y unos 10 kilos y medio de metilfenidato, una sustancia empleada para rebajar la heroína.
Efectivos del Ejército lo confiscaron en el área de carga del vuelo 116 de la compañía local Aeroméxico, con destino a Tijuana, frontera con Estados Unidos.
La droga fue llevada a las instalaciones de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) que abrió de inmediato una investigación.
En diciembre pasado, la Policía Nacional de España confiscó 140 kilos de cocaína en el equipaje de tres sobrecargos de Aeroméxico en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Según las primeras indagaciones, los empleados contaron con la complicidad de agentes del aeropuerto de la Ciudad de México.
De hecho, se estima que los sobrecargos contaban con una red de protección también en el aeropuerto de Barajas.
La empresa española Eulen tiene desde hace ocho años un contrato para prestar el servicio de vigilancia en la terminal aérea mexicana.
El embarque consistía en 27 kilos 813 gramos de heroína, 46 kilos y 234 gramos de cristal y unos 10 kilos y medio de metilfenidato, una sustancia empleada para rebajar la heroína.
Efectivos del Ejército lo confiscaron en el área de carga del vuelo 116 de la compañía local Aeroméxico, con destino a Tijuana, frontera con Estados Unidos.
La droga fue llevada a las instalaciones de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) que abrió de inmediato una investigación.
En diciembre pasado, la Policía Nacional de España confiscó 140 kilos de cocaína en el equipaje de tres sobrecargos de Aeroméxico en el aeropuerto de Barajas, en Madrid. Según las primeras indagaciones, los empleados contaron con la complicidad de agentes del aeropuerto de la Ciudad de México.
De hecho, se estima que los sobrecargos contaban con una red de protección también en el aeropuerto de Barajas.
La empresa española Eulen tiene desde hace ocho años un contrato para prestar el servicio de vigilancia en la terminal aérea mexicana.
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