El Valle de Juárez fue prácticamente abandonado por las autoridades; aunado al ?levantón? de la única mujer policía en Guadalupe y al incendio de la casa de una regidora, otras cinco viviendas fueron incineradas el pasado fin de semana sin que se aparezca ni siquiera el Ejército.
"Por aquí las cosas no han cambiado mucho", es la frase resignada de un habitante del poblado de Guadalupe Distrito Bravos, quien para ejemplificar el dato contó que el pasado 25 de diciembre sucedieron más incendios en viviendas.
Se trata de Eliseo Ramírez, el sacerdote de la parroquia de Guadalupe (con el mismo nombre desde hace cinco años) y quien al igual que el resto de los pobladores del lugar viven el abandono de la acción de la autoridad en el poblado.
Afortunadamente la gente a pesar de que el miedo, el terror, la incertidumbre siguen latentes; lo que nos mantiene en pie es la manera de ver desde la fe la vida, "yo creo que es lo que sostiene la fe y la esperanza".
"En nuestras autoridades ahorita no estamos viendo muchos resultados desafortunadamente, el Ejército hace presencia cuando hay asesinatos, mientras no", dijo.
El sacerdote centró mucha de su conversación, además de en la fe y la esperanza de la acción de Dios, en el señalamiento de la falta de acción de las autoridades.
Y admitió que incluso como habitantes de Guadalupe se sienten los más abandonados del Valle de Juárez.
"Eso la gente lo sigue sin entender, porque mientras vemos la presencia del Ejército en Porvenir, en San Agustín, aquí en Praxedis y aquí la gente no entiende porqué está el pueblo de Guadalupe tan abandonado; ésa es la opinión, no sólo mi opinión, sino la opinión de la gente cuando yo he platicado con ellos".
Ayer, las oficinas de la Presidencia Municipal permanecieron cerradas; el alcalde colocó unos mensajes en la puerta advirtiendo que no habría ningún servicio hasta el año entrante.
Sin embargo para el religioso, esta situación no es privativa del Valle de Juárez y como ejemplo está la misma Ciudad Juárez, donde comentó, tampoco han cambiado mucho las cosas.
Un ejemplo de que la situación continúa crítica en el poblado del Valle de Juárez es que el pasado 25 de diciembre la gente ?narró el párroco– salió de la misa entre dos y dos y media de la tarde y el pueblo lucía desolado, sin gente en las calles.
El sacerdote estima que desde su llegada a la fecha (hace cinco años) más de un 40 por ciento de los pobladores ha dejado Guadalupe, aunque admite que puede ser más.
"Es triste pero lamentable esta realidad que estamos viviendo, la gente quiere ver más presencia del Ejército, aunque también temen que les vaya peor con esta petición, para mí que sigue estando muy abandonada esta zona del Valle, Guadalupe".
Para el pastor católico, la luz al final del túnel aún es lejana y destacó que "lo que nos mantiene en pie es de veras la confianza en Dios, es lo que nos empuja hacia delante, lo que nos motiva".
La única salida que la sociedad tiene y no sólo en Guadalupe, ante esta crisis es la organización.
"Yo creo que nos corresponde como sociedad empezar a organizarnos, la falta de líderes sociales y civiles, está provocando todo esto, todos estamos conscientes de que nuestras máximas autoridades no están haciendo nada, la gente lo dice, no es sólo mi opinión".
Reprochó que los políticos y funcionarios los visiten (en el Valle) sólo en las campañas políticas para luego desaparecer permanentemente.
Admitió que el miedo es una barrera para el surgimiento de líderes que cambien esta sociedad, pero también dijo que estos sentimientos no conducirán a la sociedad a ningún lado.
"Tenemos que superar esto (el miedo) le sigo diciendo a la gente que no perdamos la fe y la esperanza, dediquemos tiempo para orientar a nuestros hijos, no descuiden la formación y educación de los hijos, porque ahí está la base para que una sociedad camine en base al respeto y una sana convivencia".
"Por aquí las cosas no han cambiado mucho", es la frase resignada de un habitante del poblado de Guadalupe Distrito Bravos, quien para ejemplificar el dato contó que el pasado 25 de diciembre sucedieron más incendios en viviendas.
Se trata de Eliseo Ramírez, el sacerdote de la parroquia de Guadalupe (con el mismo nombre desde hace cinco años) y quien al igual que el resto de los pobladores del lugar viven el abandono de la acción de la autoridad en el poblado.
única mujer policía y a la vez unico policía en Guadalupe |
Afortunadamente la gente a pesar de que el miedo, el terror, la incertidumbre siguen latentes; lo que nos mantiene en pie es la manera de ver desde la fe la vida, "yo creo que es lo que sostiene la fe y la esperanza".
"En nuestras autoridades ahorita no estamos viendo muchos resultados desafortunadamente, el Ejército hace presencia cuando hay asesinatos, mientras no", dijo.
El sacerdote centró mucha de su conversación, además de en la fe y la esperanza de la acción de Dios, en el señalamiento de la falta de acción de las autoridades.
Y admitió que incluso como habitantes de Guadalupe se sienten los más abandonados del Valle de Juárez.
"Eso la gente lo sigue sin entender, porque mientras vemos la presencia del Ejército en Porvenir, en San Agustín, aquí en Praxedis y aquí la gente no entiende porqué está el pueblo de Guadalupe tan abandonado; ésa es la opinión, no sólo mi opinión, sino la opinión de la gente cuando yo he platicado con ellos".
Ayer, las oficinas de la Presidencia Municipal permanecieron cerradas; el alcalde colocó unos mensajes en la puerta advirtiendo que no habría ningún servicio hasta el año entrante.
Sin embargo para el religioso, esta situación no es privativa del Valle de Juárez y como ejemplo está la misma Ciudad Juárez, donde comentó, tampoco han cambiado mucho las cosas.
Un ejemplo de que la situación continúa crítica en el poblado del Valle de Juárez es que el pasado 25 de diciembre la gente ?narró el párroco– salió de la misa entre dos y dos y media de la tarde y el pueblo lucía desolado, sin gente en las calles.
El sacerdote estima que desde su llegada a la fecha (hace cinco años) más de un 40 por ciento de los pobladores ha dejado Guadalupe, aunque admite que puede ser más.
"Es triste pero lamentable esta realidad que estamos viviendo, la gente quiere ver más presencia del Ejército, aunque también temen que les vaya peor con esta petición, para mí que sigue estando muy abandonada esta zona del Valle, Guadalupe".
Para el pastor católico, la luz al final del túnel aún es lejana y destacó que "lo que nos mantiene en pie es de veras la confianza en Dios, es lo que nos empuja hacia delante, lo que nos motiva".
La única salida que la sociedad tiene y no sólo en Guadalupe, ante esta crisis es la organización.
"Yo creo que nos corresponde como sociedad empezar a organizarnos, la falta de líderes sociales y civiles, está provocando todo esto, todos estamos conscientes de que nuestras máximas autoridades no están haciendo nada, la gente lo dice, no es sólo mi opinión".
Reprochó que los políticos y funcionarios los visiten (en el Valle) sólo en las campañas políticas para luego desaparecer permanentemente.
Admitió que el miedo es una barrera para el surgimiento de líderes que cambien esta sociedad, pero también dijo que estos sentimientos no conducirán a la sociedad a ningún lado.
"Tenemos que superar esto (el miedo) le sigo diciendo a la gente que no perdamos la fe y la esperanza, dediquemos tiempo para orientar a nuestros hijos, no descuiden la formación y educación de los hijos, porque ahí está la base para que una sociedad camine en base al respeto y una sana convivencia".
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