Ayer se entregó la primera etapa de la Plaza Mariana; se invirtieron 75 mdp.
Milenio.com
México.- El empresario Carlos Slim fue el encargado de reunir al jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y al cardenal Norberto Rivera Carrera, luego de las diferencias entre la administración capitalina y la Iglesia por la aprobación de los matrimonios entre personas del mismo sexo.
El motivo: la entrega de la primera etapa de la Plaza Mariana, tras 10 años de retraso y cuya inversión asciende a 75 millones de pesos.
Alrededor de las 11:05 horas aparecieron tres vehículos en el atrio de la Basilica de Guadalupe. En uno llegó Slim junto con el cardenal. En otro Ebrard y el rector de la Basílica, Diego Monroy, y en el tercero la comitiva e invitados especiales.
En la nueva plaza se escuchaba un coro de niños, quienes entonaban “bendito el que viene en el nombre del señor”, alabanza que lleva el título de “Tú eres Pedro”.
Ebrard y el cardenal caminaron juntos, pero no se dirigieron la palabra. Ni siquiera una mirada. Después, el mandatario capitalino invitó a Slim, lo colocó en medio de los dos y de inmediato el empresario comenzó a explicarles el proyecto.
Se colocaron en un templete y en el lado izquierdo se encontraba la imagen de la virgen de Guadalupe.
Durante su discurso, el cardenal en dos ocasiones dio un par de palmaditas en la espalda del mandatario capitalino, en señal de agradecimiento por la donación del terreno que albergará 80 mil criptas, un museo religioso, un estacionamiento, un mercado y una clínica.
“Quiero agradecer profundamente al gobierno de la ciudad que en aquel tiempo, junto con ellos, comenzamos esta obra y nos dieron el terreno. A cambio, muy pronto les entregaremos un mercado completo para que ustedes lo administren y, sobre todo, todos aquellos que se dedican al comercio tengan un lugar adecuado y desde ahí puedan satisfacer las exigencias de un peregrino que siempre se quiere llevar un recuerdo, que siempre tiene necesidad de comer, que siempre será un turista religioso”, señaló.
Posteriormente, Ebrard le puso “palomita” al cardenal por entregar el mercado para mil locatarios de La Villa.
“Estamos trabajando en equipo y cuando se trabaja en equipo hay buenos resultados”, expresó.
Más tarde, cuestionado si con el encuentro ya se limaron asperezas o se fumó la pipa de la paz, Ebrard respondió: “Cada quien tiene su posición, las convicciones no se liman”.
Además, consideró que las “palmaditas” fueron para reconocer y agradecer el trabajo de su gobierno para hacer posible la obra.
“Están agradecidos por mi conducto con el gobierno de la Ciudad de México por haber proporcionado el predio, por haber invertido más de 70 millones de pesos para que los comerciantes estén fuera, porque anteriormente estaban aquí y, bueno, finalmente es gratitud, entiendo, al gobierno de la Ciudad de México”, señaló.
—¿Y la “palomita”?
—Estamos en paz siempre.
Asimismo, señaló que como parte del proyecto de recuperación del espacio público se encuentra esta obra, “tiene que ver con la Villa de Guadalupe, con nuestra Basílica”.
Además, adelantó que a partir de la segunda quincena de enero iniciarán las obras de remodelación en el Centro Histórico de la delegación Gustavo A. Madero, donde se localiza La Villa.
Antes de develar una placa conmemorativa, el presidente del Grupo Carso, quien donó la Plaza Mariana, dijo sentirse honrado y contento de participar en la realización de la obra y construirla en un tiempo relativamente corto, tras la suspensión del proyecto.
Finalmente, señaló que fue de manera informal como acordó con el cardenal hacerse cargo de la obra, “entonces ni la mano nos dimos, nada más lo platicamos y lo echamos a andar”.
Marcelo Ebrard y el cardenal Norberto Rivera abandonaron el lugar por separado.
A viva voz
El jefe de Gobierno
“Por supuesto que nos van a entregar el mercado. Qué bueno, ya te ponemos palomita, un problema menos.”
El cardenal
“El ingeniero (Slim) vino bondadosamente y me dice: ‘cardenal, ¿que traes problemas?’ Sí, cuáles quieres que te cuente.”
El motivo: la entrega de la primera etapa de la Plaza Mariana, tras 10 años de retraso y cuya inversión asciende a 75 millones de pesos.
Alrededor de las 11:05 horas aparecieron tres vehículos en el atrio de la Basilica de Guadalupe. En uno llegó Slim junto con el cardenal. En otro Ebrard y el rector de la Basílica, Diego Monroy, y en el tercero la comitiva e invitados especiales.
En la nueva plaza se escuchaba un coro de niños, quienes entonaban “bendito el que viene en el nombre del señor”, alabanza que lleva el título de “Tú eres Pedro”.
Ebrard y el cardenal caminaron juntos, pero no se dirigieron la palabra. Ni siquiera una mirada. Después, el mandatario capitalino invitó a Slim, lo colocó en medio de los dos y de inmediato el empresario comenzó a explicarles el proyecto.
Se colocaron en un templete y en el lado izquierdo se encontraba la imagen de la virgen de Guadalupe.
Durante su discurso, el cardenal en dos ocasiones dio un par de palmaditas en la espalda del mandatario capitalino, en señal de agradecimiento por la donación del terreno que albergará 80 mil criptas, un museo religioso, un estacionamiento, un mercado y una clínica.
“Quiero agradecer profundamente al gobierno de la ciudad que en aquel tiempo, junto con ellos, comenzamos esta obra y nos dieron el terreno. A cambio, muy pronto les entregaremos un mercado completo para que ustedes lo administren y, sobre todo, todos aquellos que se dedican al comercio tengan un lugar adecuado y desde ahí puedan satisfacer las exigencias de un peregrino que siempre se quiere llevar un recuerdo, que siempre tiene necesidad de comer, que siempre será un turista religioso”, señaló.
Posteriormente, Ebrard le puso “palomita” al cardenal por entregar el mercado para mil locatarios de La Villa.
“Estamos trabajando en equipo y cuando se trabaja en equipo hay buenos resultados”, expresó.
Más tarde, cuestionado si con el encuentro ya se limaron asperezas o se fumó la pipa de la paz, Ebrard respondió: “Cada quien tiene su posición, las convicciones no se liman”.
Además, consideró que las “palmaditas” fueron para reconocer y agradecer el trabajo de su gobierno para hacer posible la obra.
“Están agradecidos por mi conducto con el gobierno de la Ciudad de México por haber proporcionado el predio, por haber invertido más de 70 millones de pesos para que los comerciantes estén fuera, porque anteriormente estaban aquí y, bueno, finalmente es gratitud, entiendo, al gobierno de la Ciudad de México”, señaló.
—¿Y la “palomita”?
—Estamos en paz siempre.
Asimismo, señaló que como parte del proyecto de recuperación del espacio público se encuentra esta obra, “tiene que ver con la Villa de Guadalupe, con nuestra Basílica”.
Además, adelantó que a partir de la segunda quincena de enero iniciarán las obras de remodelación en el Centro Histórico de la delegación Gustavo A. Madero, donde se localiza La Villa.
Antes de develar una placa conmemorativa, el presidente del Grupo Carso, quien donó la Plaza Mariana, dijo sentirse honrado y contento de participar en la realización de la obra y construirla en un tiempo relativamente corto, tras la suspensión del proyecto.
Finalmente, señaló que fue de manera informal como acordó con el cardenal hacerse cargo de la obra, “entonces ni la mano nos dimos, nada más lo platicamos y lo echamos a andar”.
Marcelo Ebrard y el cardenal Norberto Rivera abandonaron el lugar por separado.
A viva voz
El jefe de Gobierno
“Por supuesto que nos van a entregar el mercado. Qué bueno, ya te ponemos palomita, un problema menos.”
El cardenal
“El ingeniero (Slim) vino bondadosamente y me dice: ‘cardenal, ¿que traes problemas?’ Sí, cuáles quieres que te cuente.”
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